sábado, 11 de julio de 2015

Numinia

Este texto no es muy poético, apenas filosófico, pero eso sí, muy bonito, sobre todo cuando habla de una locura hecha por amor, con una gran compañera de locuras enamorada del amor, y eso es bonito, una conversación bonita, aunque no sea mucho... Qué narices? Sí es mucho, de hecho, es todo lo que necesito:


Dos cosas buenas:

El viaje solo nos ha costado 8€ y no he mentido, porque nos traen los padres de Sara 

Eso no son cosas buenas, son verdades! Qué tiene de bueno la verdad en estos momentos? No critico a los que no mienten sino a la verdad en sí misma, por ser un hecho irrefutable y aburrido...
No son cosas malas pero creo que hay muchas historias propias, no falsas, pero sí subjetivas que podemos sacar de esto como cosas buenas... Así que... Solo dos? (;

Eres una grande, sí que es verdad, podríamos sacar muchas cosas buenas de esto, porque alguien que es perfecto y que dice la verdad es muy aburrido, hoy me lo he pasado genial, y he conocido a una persona maravillosa, y desde mi subjetividad estoy seguro de que esto va a ser algo grande, o sinceramente eso espero.
Eso ya son algo mas de dos cosas, aunque también verdades como puños!

Tú sí que!!!
Una vez me dijeron que estaba loca por el amor y que no entendían por qué hacía tantas locuras. Últimamente sentía una crisis sobre la formalidad de mi vida y la pérdida de esa locura, y tú y tu entusiasmo y pasión por algo que desconocías me ha enseñado tanto como me ha impulsado a seguir; me ha enseñado que también puedo ser feliz y realizar locuras de otra manera, de acompañante, que no hay que perder nunca eso, y que siempre que puedas hacer feliz a alguien no lo pienses ni dos segundos.
Lo único mejor que crearte historias que contar de mayor, es creárselas a los demás, ser su historia, y ahora que he visto todo eso en ti espero que algo pequeño haya nacido dentro de ese espíritu y que, por favor, nunca lo pierdas o seré yo la  que coja un bus a por ti.

miércoles, 1 de julio de 2015

¿Quién sabe?

Qué sabrás tú del amor, si no has llorado en casa, en la calle, en el alma. Si no has escuchado vuestra canción hasta quedarte dormido.

Qué sabrás tú del amor, si aún piensas que todas las heridas cicatrizan y que puedes ejercer el olvido sobre algunos recuerdos.

Me pregunto, qué sabrás tú, si no has hecho otra cosa que no fuese lo esperable, si no has pasado noches en vela ideando cómo hacerla feliz, si no has ofrecido tú más valioso tesoro, el tiempo, por ella. Si no cedes tu eternidad por un momento con ella; claro, no sabes que ese momento equivale a mas de un infinito, pues es un tiempo verdaderamente aprovechado, lleno de vida: alegría, amor, como de muerte: tristeza, odio.
Lleno de ti, de ella. De vosotros.

Qué sabrás tú del amor, si prefieres un billete a un húmedo y cálido beso suyo, prefieres la luz de un viejo flexo a su radiante sonrisa, si antepones el cerebro al corazón y si te quedas con la seguridad del fracaso de no haberlo intentado frente a la posibilidad de fracaso al hacerlo, si no te gusta la aventura, pues es peligrosa, pero créeme, no pruebes la rutina, pues es mortal.

Qué sabrás tú del amor, si no has quebrado una ley natural por amarla, la Ley de supervivencia, de vivir a toda costa, por encima de cualquiera. No has partido y reducido a la nada esa ley, donde cedes tu ser por su será; donde incas la rodilla, para que ella pueda subir a tu espalda, y estar por encima de lo que diga el mundo, donde lo das todo por ella... pues no eres nada sin ella.


Que sabrás tú del amor, sí donde dices tú soy yo.