Un día me propuse cambiar el mundo con mis textos y
perseguiré ese sueño hasta conseguirlo.
Hoy me he planteado qué pueden tener de distintas mis mismas
palabras a las ya nacidas, especialmente hoy, contra la intolerancia, la
ignorancia, la homofobia, la guerra.
Por eso, sin ninguna pretensión quiero que pienses en la
persona que amas o amarías.
Ahora piensa que te matan, te pegan un jodido tiro en la
nuca por ser diferente, por aportar diversidad, colorear su gris mentalidad.
Me parece horroroso y repito el mensaje más común que he
visto hoy: “¿Qué pasa con el mundo?” ¿Qué queremos enseñar? ¿Qué enseñamos? ¿Cómo?.
Siglos se llevan clamando al cielo por la tolerancia, el
abrir mentes, en definitiva, el respeto, un valor, al parecer, de la época clásica,
ajeno a nosotros.
Dejo de ironizar y pido con la voz rota en el tintero
Respeto como valor principal, que sustente
cada acción; que de un balazo de Respeto muerta el machismo, el racismo, el
nazismo; la homofobia.